El pasado año estuve en Amsterdam unos días y visité el Museo Van Gogh. Además de las obras, que me parecen magníficas, tengo que decir que me gustó mucho también el museo en sí: la distribución de la colección (podéis verla online aquí), la disposición de las salas y la variedad de espacios, tanto los expositivos como los de descanso.
Es un museo que permite cosas como tocar (una réplica, claro) Los girasoles para apreciar la textura de la pintura, hacerte una foto con un retrato a gran escala de Van Gogh, o aprender muchas curiosidades a través de las fichas didácticas disponibles. Todo esto hace que la visita sea una experiencia muy agradable y educativa (te guste o no este pintor).
Un lugar imprescindible para visitar si viajáis a esa ciudad.






Uno de los motivos por los que quiero visitar Amsterdam es este museo ¡Me has abierto el "apetito"!
ResponderEliminarPreciosos los marcapáginas, como la obra de Van Gogh. De estas mi preferida, "Los almendros", deudora de la pintura japonesa.
Unha aperta.
Pues no lo dudes Justa, es una maravilla. Cuando estuve había además precisamente una exposición temporal sobre la relación del pintor con Japón y su colección de estampas japonesas: https://www.vangoghmuseum.nl/en/whats-on/exhibitions/past-exhibitions/van-gogh-and-japan
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Interesante y si además te gusta el pintor, como es el caso, miel sobre hojuelas.
ResponderEliminarBicos.
Luisa
¡Me alegro de que te guste!
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