Dubrovnik es bella, una ciudad con un encanto inigualable. Por esa razón no es de extrañar que rivalice con Venecia como destino turístico destacado del Adriático. El recinto amurallado con sus casas de piedra, el puerto y sus escaleras invitan a descubrirla e intentar perderse por sus pequeños rincones.
Viktor Šerbu es un pintor local nacido en 1938. Tras años en el extranjero, ha vuelto a residir en su ciudad natal y en sus obras aparecen detalles de ella, que retrata con pasión y mucho color. Esta es una pequeña muestra en formato marcapáginas de un par de sus obras.
Puerto antiguo.
Tejados rojos.